- Un Poder Ejecutivo sin imaginación
Una democracia y un gobierno que no es capaz de cobrar multas a cuanto chofer irresponsable le debe millones de soles al Estado, una democracia y su presidente, que tolera que un grupo de opositores desafíe su autoridad y promueva paralizaciones y propicie el desacato de las normas emitidas legalmente, un gobernante que acepta sin sonrojarse y ni se inmuta cuando un gobernador lo llama “traidor”, o que en reciente reunión internacional de la Alianza del Pacífico, el presidente colombiano le diga “déjese de hipocresías presidente porque usted no puede combatir la corrupción continuando negocios con empresas corruptas”, ese presidente no puede ser la mejor expresión de un demócrata, ni mucho menos el conductor de un gobierno serio que aspira a ingresar a la OCDE; un gobierno de estas características, es simplemente un montón de funcionarios devaluados que están en el cargo sin atinar a hacer algo para ser respetados y conducir al país por los caminos del desarrollo al que tiene derecho todo ciudadano. En ese sentido, el país ha caído en el pozo de la ingobernabilidad, rumbo a ser la mejor expresión de un Estado fallido.
- Y la Justicia, igual de inoperante
Cuando hace un año se descubrió la red de corrupción instalada por años en el sistema judicial del país, el presidente tuvo el argumento suficiente para propiciar el gran cambio que la sociedad y las instituciones lo vienen solicitando a gritos y por años. Luego en noviembre de 2018 se hizo la consulta popular que el pueblo respaldó con más del 90% de su votación para efectuar un cambio significativo en el sistema judicial del país; en ese momento, entusiasmado el Poder Judicial aceptó compartir el desafío de enfrentar a la corrupción, sin embargo seis meses después, se percatan que su participación es inconstitucional y anuncian que no pueden integrar dicha comisión. Estos sujetos convenidos a los que no se les puede llamar juristas, dicen que se van a alejar porque no pueden ser juez y parte. Que buena laya de Pilatos, ahora resulta que juegan al “gran bonetón”, ¿yo señor? no señor, el otro señor, y así hasta el fin de los días para evitar contribuir a corregir lo que ellos mismos han consentido y alimentado por años.
El Poder Judicial, no se quiere comprometer en la tarea de acabar con esa presencia de abogados (jueces y fiscales), y secretarios corruptos, que existen en el sistema de justicia; su presidente ha asumido una posición pusilánime que según el diccionario de la lengua castellana significa «cobarde, falto de valor y voluntad para enfrentarse a las dificultades de la vida, miedosas, timoratas, apocadas».
- ¿Quién acaba con los gobiernos regionales?
Una vez más, lo vengo sosteniendo solitariamente que la organización regional del país es un real fracaso por donde se le mire. Los gobernadores de la anterior gestión como los de ahora están muchos de ellos involucrados en acciones dolosas, unos enjuiciados y otros presos; estos sujetos que han desplazado a los partidos políticos en las regiones lo único que vienen haciendo es enriquecerse individualmente y otros como el tal Cerrón de Junín, el de Arequipa, Moquegua, Tacna y Puno, no buscan el desarrollo y el bienestar de los ciudadanos quienes inocentemente les entregaron sus votos en sus regiones donde son amos y señores.
El tema de la resistencia al proyecto de Tía María no empieza ahora, comenzó en el 2011 cuando se opusieron tenazmente a que se iniciara el proyecto, hoy continúan con la misión de bloquear todo intento capitalista de inversión en minería, saben que más de nueve mil personas tendrán empleos directos cuando se inicie la obra, saben que las aguas del mar debidamente desalinizadas serán utilizadas en la actividad minera y saben que cuando el trabajo y el desarrollo de los habitantes de la zona sea efectiva, ese día ellos perderán la influencia que hoy ejercen sobre una ciudadanía ignorante de todos estos aspectos que trae la inversión gigantesca que aporta la actividad extractiva.
Ellos no quieren el desarrollo del país, no quieren el bienestar de los habitantes, lo que quieren es convertir al Perú en una sucursal de Cuba y Venezuela, con el apoyo del gobierno socialista de Evo Morales en el sur del Perú. Toda esta campaña de oposición a la inversión, de malcriadez e irrespeto con el presidente, genera popularidad en ellos, y para eso están buscando que el gobierno ingrese brutalmente y reprima para conseguir unos cuantos muertos que les permita escalar el conflicto con otras medidas de fuerza.
Es lamentable que en todo esto la población de Arequipa se deje arrastrar como bueyes de la nariz y sus autoridades que no creo que todos sean izquierdistas y radicales, estén de acuerdo con el bloqueo al desarrollo. Más lamentable todavía es que se aprecie que el sistema de inteligencia resulta inexistente, ya que un sistema de inteligencia que trabaja para el país, hace rato le habría anticipado al gobierno de todo lo que se viene concibiendo por la izquierda en el interior del territorio. Todos son meros burócratas que prefieren estar gozando de los beneficios que les brinda estar cerca al poder y por supuesto cada treinta días cobrar puntualmente sus respectivos sueldos que no se los ganan en buena lid.
Cerramos esta nota, señalando que lo que se viene como reforma política del país y del sistema judicial, apunta a cualquier otra cosa menos a lo que la democracia y la justicia requieren en el Perú. Qué diferencia tan notoria cuando el Perú celebró en 1921 sus primeros 100 años a lo que vemos hoy con 100 años más en el que ni siquiera podríamos decir que nos parecemos a un país adolescente, como así nos calificó Luis Alberto Sánchez en 1950 en su libro “Perú: retrato de un país adolescente”. Estamos ante una coyuntura realmente clamorosa donde el presidente tiene todo el poder en sus manos para que todo pueda funcionar a cabalidad, el Poder Ejecutivo es sinónimo de gestión, de hacer obras, de implementar un buena educación, de construir hospitales, atender el friaje brutal que vive hoy el país, que en estar en confrontaciones con el congreso, que también resulta una partida de ineptos para un país que lo posee todo.
El Perú vive una crisis política generada por sus protagonistas que están afectando la economía, están reduciéndose las oportunidades de trabajo y la inversión se retrae ante el incremento de la incertidumbre con el proyecto de adelanto de elecciones del congreso y el ejecutivo. El Perú no se merece celebrar 200 años de total inmadurez política donde solo priman los intereses personales y de las agrupaciones a las que representan. Estos sujetos están descalificados para llamarse gobernantes.
Radiografía y puntual diagnostico. Acertado mi estimado Jaime. Te felicito
Me alegra querido Boris que mis comentarios sean de tu agrado.
Jaime, No estas sólo somos varios quienes compartimos tu punto de vista, destaco especialmente el tema de la fracasada regionalización.
Bien apreciado Roberto, la regionalización es un tema que se ha convertido en fruta deseable del presupuesto donde una partida de delincuentes metidos en política gobiernan a sus anchas cada región. Tanto Cerrón como Anduviri son la expresión real y material de lo que acontece en esos espacios donde abunda el dinero de los peruanos que esta gente derrocha y va a su bolsillos.
Esta realidad es el resultado catastrófico de un pueblo peruano lleno de ignorancia, donde los vivos viven de los tontos y estos de su trabajo miserable y mal pagado. Por ello, el pueblo elige gobernantes y autoridades sin tener claro de quiénes debieran ser los elegidos; así pues «la calle» pide sin saber lo que pide y luego como Pilatos se lavan las manos todos sin asumir las responsabilidades que les compete, como esta vez hacen el Presidente inepto y la mayoría de los Congresistas, que no ven todo el daño que le están haciendo al Pueblo Peruano o si lo ven, solo les interesa su bolsillo y que los demás hagan lo que tengan que hacer.
Estimado Frank, la solución de todo este problema nacional es a largo plazo donde el sistema educativo tiene la responsabilidad de formar a ciudadanos que sepan cuáles son derechos y responsabilidades. Pero qué se puede esperar de un magisterio que se encuentra en manos de quienes no creen en el Estado ni en sus instituciones. La destrucción en el tiempo está asegurada.
Total acuerdo. Excepto que no todo con Tía María es correcto: la empresa SPCC sostiene que la planta de desalinización no corresponde al área y proyecto concedido. Y hay otros aspectos más,que no han sido resueltos.
Estimada Nina, el caso Tía María es el peor fracaso de un gobierno que al parecer no tomó en cuenta que dos gobiernos anteriores tampoco lograron mayor avance sobre el proyecto. En toda relación siempre valen los antecedentes más todavía si están de por medio personajes radicales que no quieren el progreso del país.
Jaime, lamentablemente estamos pasando por un clima político de confrontación permanente y que demuestra la inoperancia de los tres poderes del Estado. Creo que lo mejor que a la fecha a dicho nuestro Presidente en su mensaje a la nación, es decir “nos vamos todos”; ojalá se llegue a un consenso y tengamos pronto una renovada clase de gobernantes y políticos, lo que queda es augurar positivamente y con fe, que el Perú y los peruanos merecemos lo mejor, como por ejemplo lo demostrado en la inauguración de los Panamericanos y todas las potencialidades que se tienen y que sea esta la mejor ventana de mostrar al mundo.
Un abrazo y como siempre felicitándote por tu entusiasmo y cariño que pones en tus artículos, para demostrar la preocupación por todos los peruanos.
Apreciado Juan, los que conducen el país ya que no es posible decir que estén gobernando, han desmostrado cada día la incompetencia de la que son portadores.
Creo que la solución tiene que ser a largo plazo, con una educación cívica más sostenida de la que hoy no existe lamentablemente.