Cuando concluyó la Guerra Fría en diciembre de 1991, con la desintegración de las quince repúblicas que conformaban la ex URSS, se inventó una definición para calificar a los países que estando bajo la influencia y protección política y militar de la Unión Soviética, ingresaron a una etapa de descomposición social. Somalia, Libia, Sudán y en América Haití, fueron los países que comenzaron a recibir el nombre de Estados Fallidos, y hasta ahora se utiliza ese concepto, discutible, por cierto, pero, que en el fondo revela una realidad geopolítica del Perú de hoy.
El concepto dice: Son aquellos Estados que no pueden desempeñar sus funciones habituales con normalidad y se han convertido en refugio del crimen organizado y del terrorismo por el caos que reina en ellos, a la vez que un riesgo para la comunidad internacional. También son caracterizados por la falta de control y seguridad dentro de su territorio, suponen una amenaza para la comunidad internacional. (El Orden Mundial). En resumen, el concepto de Estado Fallido, por extensión y precisiones puede ser aplicable al Perú, de hoy, donde de modo sistemático el Estado ha entrado en un proceso de descomposición de todo tipo y donde la pandemia ha puesto en evidencia toda la podredumbre de las personas que manejan las instituciones y adicionalmente, la corrupción campea por doquier.
- DESCOMPOSIÓN SISTEMÁTICA DE LA AUTORIDAD GUBERNAMENTAL
Para no ir tan lejos ni muy atrás, cuando Pedro Pablo Kuczynski asumió el poder por cinco años, lo inició el 28 de julio de 2016 y debió concluir en el 2021, no ocurrió así, se vio obligado a renunciar por acusaciones de corrupción, y fue reemplazado por Martín Vizcarra, quien además fue vacado entre otros argumentos de corrupción y por cerrar el congreso; fue seguido de Manuel Marino, quien fungió de vacador y las protestas callejeras lo obligaron a renunciar, duró apenas 6 días; su reemplazante Francisco Sagasti completó el período de Kuczinsky quien permaneció en el cargo 6 meses. Producida las elecciones de 2021, salió triunfante el presidente marxista Pedro Castillo, quien anunció que cambiaría las reglas del juego político y para ello cambiaría la Constitución.
La primera conclusión, es que el Perú vive una democracia imperfecta, frágil, en transición, como expresan los especialistas; al respecto Luis Alberto Sánchez, tres veces rector de San Marcos, dijo que éramos un país adolescente, y han pasado 200 años. Esta descomposición democrática ya lleva más de cincuenta años puesto que los llamados partidos políticos tradicionales o los que fundaron Haya de La Torre y José Carlos Mariátegui o el Partido Comunista de Jorge del Prado, han desaparecido como producto de sus aburguesamientos, sucesivos fraccionamientos, lo chato de sus argumentos y no saberse ubicar en un mundo tan dinámico; y por supuesto, que cayeron en la corrupción de la que tampoco se libraron. Este vacío político ha sido el espacio que ha sido aprovechado por avezados sujetos que han incursionado en la política nacional para apropiares del presupuesto y no proponer el desarrollo del país. Y el gobierno actual, no es tampoco una excepción porque su principal mentor ideológico Vladimir Cerrón tiene cuentas con la justicia por malversación de fondos para crear y expandir al partido Perú Libre.
- DESCOMPOSICIÓN DEL GOBIERNO IZQUIERDISTA
A la fecha han transcurrido 7 meses de gestión de un gobierno que se define izquierdista-marxista, que ha sido aceptado y reconocido aún a regañadientes por la mayoría opositora pero que adicionalmente, cuenta con respaldo internacional desde un inicio, a pesar de la presunción de malos manejos en el proceso electoral; lo cierto es que está en el cargo con legalidad y reconocimiento internacional, dos condiciones básicas para comenzar a gobernar.
Pero el gobierno de Pedro Castillo, no ha logrado construir un lecho de amor político siquiera para una luna de miel corta con sus votantes y la población en general; todo lo contrario, la continuidad de culminación del período presidencial es un albur, el gobierno es impredecible, no se sabe si llegará a cumplir su mandato porque en el lapso transcurrido ya hay varias solicitudes de vacancia presidencial, los gabinetes de gobierno designados, caen sistemáticamente; el mayor error son las designaciones de los altos funcionarios, casi sin excepción los designados vienen con serios prontuarios delictivos, morales y éticos. Después de sus nombramientos salen a relucir todas sus debilidades humanas o los actos de corrupción en los que están o han estado involucrados. Pero lo más esclarecedor de esta incómoda situación para el gobierno, es que los ministros renunciantes se han puesto a revelar que existe un gabinete en la sombra, que los acuerdos ministeriales no se toman en cuenta, que el presidente no asiste a las sesiones y los acuerdos los hace con otros “fantasmas” quienes están muy allegados a Vladimir Cerrón, quien lo puso en la candidatura presidencial. Esa relación de poder real existe y todo indica que es el ala radical de la izquierda la que hace y deshace en el poder.
La segunda conclusión es obvia, el país ha elegido gobernantes legítimos, la Constitución dice que el gabinete ministerial lo propone el primer ministro y lo aprueba con el presidente, pero nada de eso ocurre porque los que han asumido el cargo de premier han destacado que se han encontrado con un gabinete construido y donde ellos solo hacen realmente de fantoches. Esa es la pura realidad; y eso se llama en cualquier parte del mundo, gobierno en descomposición, gobierno tomado por mafias que deciden por sí y ante sí lo que responde a sus intereses tanto comerciales o “políticos” que sirven de disfraz para obtener el voto. Son formas nuevas de izquierdistas reciclados, donde la lucha de clases ha sido reemplazada por otras categorías más edulcoradas con las que un sector de la población reconoce preocupación; y por eso el título de esta nota que ya somos un Estado Fallido, solo que no lo queremos reconocer ni lo queremos ver.
- QUÉ ES LO QUE POSEE EL PERÚ PARA SER GRANDE
El Perú posee todo para convertirse en una potencia regional y mundial que en la cuarta revolución industrial logrará tener una participación más efectiva. Contamos con cuatro elementos fundamentales: minerales (cobre y oro, principalmente), biodiversidad en cada escenario geográfico del mar, la costa, la sierra, la selva y los ríos navegables para asegurar la alimentación de millones de habitantes del planeta y adicionalmente un espacio geográfico para todo tipo de turismo desde el histórico al turismo especializado a las necesidades del mundo.
Estos componentes existen hace millones de años, sino que al Perú le ha faltado:
- Una clase dirigente con vocación de servicio al país y la nación, han sido meros especuladores, mercantilistas y lo máximo que han conseguido es que sigamos siendo un país primario exportador de material primas sin valor agregado; ese modelo comenzó en la colonia solo que se modernizó en el siglo XX con el tema de la sustitución de importaciones.
- No se ha definido una organización administrativa del territorio como el propuesto por Javier Pulgar Vidal. Los departamentos mal llamados regiones no han generado industria ni actividades que fijen al poblador en el espacio geográfico de residencia. Las regiones más bien son espacios de expulsión de sus habitantes, lo que explica por qué ahora el 80% de la economía es informal.
- No se ha definido un proyecto nacional, lo que explica la pérdida sistemática de fronteras con toda la vecindad, incluso ahora Pedro Castillo le quiere brindar una salida al mar a Bolivia, una crasa ignorancia.
- El gran cambio que se ha visto en China después de Mao, con los Tigres del Asia (Taiwan, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong) ha sido logrado en menos de cincuenta años (50) pero requirió de un cambio fundamental en el sistema educativo centrado en la ciencia, la investigación aplicada y principalmente la industria de exportación. Cabe señalar que son países más pequeños que el Perú, todos quepan en nuestro territorio y carecen de recursos que aquí abundan. Esta posibilidad en el Perú nunca será posible si la educación sigue en manos de políticos metidos a maestros vinculados a una ideología marxista-leninista que no cree en el Estado y desde el interior y con sueldos pagados por el Estado lo capturan que es la forma como Vladimir Cerrón y su peón, Pero Castillo han llegado al poder.
- Que la práctica de la economía, el derecho y todo el quehacer humano de la vida cotidiana, no debe encontrarse divorciado de valores éticos y morales porque de lo contrario seguirán siendo frases famosas: “recibir dinero no es delito” o “roba, pero hace obra”. El tratamiento en los países citados es radical contra los ladrones de los recursos de la sociedad y el Estado.
- ¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN?
El país no puede darse al abandono y la conformidad de tener que aceptar cuatro años de improvisación y de prácticas ideológicas trasnochadas, de asalto al presupuesto, de designaciones dañinas, de alejamiento de la inversión nacional e internacional, no puede excluirse de participar activamente en la cuarta revolución industrial, y lo debe realizar con la práctica de un modelo de economía circular de mejor aprovechamiento de los recursos de la naturaleza. Para que esta posibilidad y futuro claro funcione, se requiere:
- Elecciones generales donde se empiece de nuevo y con muestras de proyectos viables de las diversas ofertas que se presentarán.
- Que las elecciones regionales de octubre sean suspendidas para el caso de los gobernadores regionales y en simultáneo una comisión especializada señale la cantidad de regiones que deben existir en el país, porque es una ventana al robo la existencia de 25 departamentos mal llamados regiones. Solo se darían las elecciones municipales con un mejor seguimiento del sistema de control del gasto público.
La racionalidad está en el congreso, en los muchos peruanos ilustrados, en los colegios profesionales que ya es hora de que asuman su rol más activo sobre la actividad económica, la industrialización y la exportación no tradicional, principalmente. No se puede seguir viendo cómo día a día se deteriora el futuro de las nuevas generaciones y se pierden las oportunidades del mundo globalizado del que debemos sacar mejor provecho.
Jaime, creo que efectivamente este gobierno no da para más; todo indica como dices que si no es ya un estado fallido, falta casi nada para que esta pandilla en el gobierno nos lleve a esta situación. Está ahora en los que creemos que estamos a tiempo de dar algo más a nuestra patria, evitar el despeñadero, generar colaborando con ideas de políticas públicas, básicamente en favor de la educación y en erradicar la corrupción; los partidos políticos que están en la vereda correcta deben unir esfuerzos y despojarse de ambiciones partidarias y consensuar una visión por el Perú y por todos los que queremos a este país, evidenciar las mentiras y corruptelas para que este gobierno termine su mandato, en cualquiera de las modalidades que prevé nuestra Constitución
Felicitaciones por este aporte desde una mirada geopolítica. Abrazos
Claro que sí apreciado Juan. El país está en el límite de su posbilidad de salir o desbarrancarse por la ambición de sus actuales conductores.