CORRUPCIÓN POLÍTICA EN CHILE DE IZQUIERDAS Y DERECHAS

Cuando Transparencia Internacional presenta sus informes sobre corrupción en la región, Chile y Uruguay suelen ser la expresión de países menos corruptos; ambos países comparten la posición 21 en la clasificación internacional de un total de 175 países analizados, con 73 puntos sobre un máximo de 100. Chile vende una imagen donde las coimas, los sobornos, no son temas de todos los días. Tampoco espían. Bien por ellos.

Sin embargo el 2015 se inaugura con dos escándalos de corrupción que involucra a la clase política tanto de la izquierda que gobierna como de la derecha que acaba de dejar el poder con el expresidente Salvador Piñera.

  • Los negocios de la izquierda socialista

Resulta que el hijo mayor de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos Bachelet y su esposa Natalia Compagnon se encuentran involucrados en un escándalo de tráfico de influencias y uso de información privilegiada en la compra de terrenos. Se ha descubierto que este matrimonio sostuvo reuniones con uno de los hombres más poderosos económicamente de Chile durante la campaña electoral de la presidenta Bachelet; y de estas reuniones obtuvieron un préstamo de diez millones de dólares, que les fue entregado el 16 de diciembre, al día siguiente del triunfo electoral de la actual gobernante. No cabe duda que con el triunfo en la mano, todas las ofertas eran factibles.

Hoy se conoce que la nuera de la presidenta posee una empresa Caval de la que es propietaria del 50 por ciento de las acciones; hasta allí todo normal. Con el préstamo que les otorgaron de diez millones de dólares, compró terrenos agrícolas los que fueron vendidos en 15 millones de dólares para construir viviendas; obtuvieron 5 millones de dólares de utilidad y por supuesto que torcieron otras voluntades para obtener el cambio de uso de los terrenos agrícolas.

La oposición ha acusado al hijo Sebastián Dávalos Bachelet y su exitosa esposa, de tráfico de influencias para conseguir el préstamo y de obtener información privilegiada sobre el cambio de uso de los terrenos para dedicarlos a la construcción de viviendas. Hasta hace pocos días de Febrero, Sebastián Dávalos conducía las organizaciones culturales del gobierno socialista de Chile, y ha optado por renunciar al cargo en el gobierno y conjuntamente con su esposa han renunciado a la militancia del Partido Socialista.

Este escándalo familiar de aprovechamiento político para obtener dinero y generar enriquecimiento ilícito, ha afectado la popularidad de la presidenta, puesto que las encuestas de febrero indican que la aprobación bajó a un 39% de un 44% que exhibía en enero del año en curso.

  • Los negocios de la derecha liberal

El segundo escándalo político ha puesto en tela de juicio a los partidos, la clase política y al modelo político chileno. El escándalo que la prensa ha denominado “Pentagate” ha envuelto en sus redes a los grupos de derecha, la Unión Demócrata Independiente (UDI) especialmente y a empresarios de Chile. Se trata de fraude fiscal y el financiamiento de campañas electorales a través de la modalidad de presentación de facturas falsas.

Empresas Penta o Grupo Penta, es un holding empresarial instalado en Chile que tiene inversiones en las áreas de previsiones, seguros, finanzas, salud, inmobiliaria y educación. Maneja activos que superan los 30,000 millones de dólares.

Penta fue denunciada por defraudar al Estado por un monto de 4 millones de dólares; ello resultó de descubrir que utilizaban facturas falsas para alterar la contabilidad del holding y por supuesto para evadir impuestos.

También se descubre que sus funcionarios otorgaban un financiamiento ilegal a políticos chilenos integrantes de la UDI. En las investigaciones se ha determinado que el financiamiento a los integrantes de la UDI alcanzan a Ena von Baer, ex vocera del expresidente Salvador Piñera; al ex ministro Laurence Golborne y al precandidato presidencial André Velasco, entre otros muchos más.

Según las encuestadoras chilenas una de ellas Adimark, este escándalo hiere el orgullo nacional de Chile que siempre se caracterizó por mostrar bajos índices de corrupción en América Latina; Roberto Méndez presidente de la encuestadora dice: “Este caso ha tomado por sorpresa a los chilenos y ha causado gran impacto, algo que se refleja ya en algunas encuestas, probablemente va a tener un efecto bastante profundo en nuestro sistema político, no va a ser olvidado fácilmente”.

En Chile las leyes permiten el financiamiento de los partidos; pero a raíz de este escándalo político se acaba de presentar un proyecto de ley que pretende poner freno a esta forma de aportaciones. En todo caso, los hechos ponen de manifiesto que la fama de honestos de los chilenos, como ellos mismos lo reconocen, es un espejismo.

En nuestro sufrido Perú, las cosas tienen ciertas similitudes, empresas fantasmas, dineros que nadie sabe de dónde llegan, compras de terrenos y propiedades de todo tipo, pero no es signo de orgullo decir que tenemos una burocracia y clase política libre de todos estos estropicios. Las habas se cuecen en todas partes.

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