PANDEMIA Y MIGRACIÓN MASIVA

Al gobierno de transición debe llamarle la atención y preocuparle lo que está ocurriendo en Estados Unidos, Centro América, Colombia y Chile, con relación a la pandemia y la migración masiva de ciudadanos que se están produciendo en Honduras y Venezuela, principalmente; se trata de miles de personas que intentan salir de sus países por la búsqueda desesperada de oportunidades de trabajo que en sus territorios no existen y sus gobiernos que se muestran totalmente incompetentes para resolver necesidades públicas expresadas de modo concreto en sus respectivas Constituciones, en el que señalan que la gran preocupación del Estado es la persona humana, lo que realmente es letra muerta, igual que por estos lares del señor.

  • Estados Unidos y Centro América

El 21 de enero, los gobiernos de Estados Unidos, México y Guatemala, decidieron cerrar sus fronteras, para impedir que caravanas de miles de migrantes hondureños ingresen a su territorio debido a la pandemia y la crisis política y social que atraviesa Honduras.

Estas caravanas de miles de migrantes que iban rumbo a Estados Unidos, fue disuelta el lunes 21 de enero por la fuerza armada de Guatemala, lo que revela la desesperación de las personas por encontrar un refugio para tener nuevas oportunidades que en sus países de origen no existen. Todo indica que, si a esa migración masiva se añade la posibilidad del contagio con COVID19, la región Latinoamericana está a punto de convertirse en una zona peligrosa de reproducción y diseminación de la pandemia, que requerirá otro tipo de tratamiento, puesto que ya no es solo un problema humanitario sino un verdadero problema de salud pública que atenta contra la seguridad de cada país que hacen esfuerzos por ayudar a sus nacionales con atención hospitalaria y vacunas que llegan a cuenta gotas y el mal que se extiende y no cree en las barreras fronterizas.

  • Colombia y Chile advierte a extranjeros

Por otro lado, el gobierno de Colombia acaba de advertir a los extranjeros que sean sorprendidos en fiestas clandestinas, serán expulsados inmediatamente del país, puesto que Colombia no permitirá que una cantidad de extranjeros pongan en riesgo la seguridad sanitaria.

Migración Colombiana ha destacado que 65 extranjeros, la mayoría de nacionalidad venezolana, fueron encontrados participando en una fiesta clandestina en Bogotá.

En Chile, también está produciéndose una actividad preventiva y advirtiendo a los venezolanos que ingreses ilegalmente, serán inmediatamente expulsados de su territorio; también ha advertido que quienes no respeten las políticas de salubridad contra la pandemia, serán igualmente expulsados.

Estos hechos nos llevan a hacer una pregunta: Si un gobierno no protege a los suyos ¿quién diablos entonces los va a proteger?

Es el momento de que el gobierno de transición se haga una, puesto que en algunos lugares del interior se han puesto carteles en el que se indican que no se reciben venezolanos, en las calles de la capital se encuentran pintas en las que se lee “NO VENECOS” o que, en algunos distritos populosos de Lima, la población reclama se expulse a los venezolanos y otros empiezan a hacer justicia por sus propias manos y cuando estos inadaptados son capturados, les dan su paliza respectiva.

Estos son hechos que reflejan conductas xenofóbicas hacia extranjeros y el gobierno no debería esperar a que esta situación salga de control. Es oportunidad de reconocer que el Perú desde un inicio se mostró solidario y humanitario con los venezolanos, principalmente. Lo que permite distinguir tres tipos de migrantes procedentes del país de Bolívar: un primer grupo fueron los profesionales que llegaron y rápidamente se incorporaron a la sociedad, principalmente los médicos y enfermeras de la salud, el segundo grupo está conformado por los técnicos en todo tipo de reparaciones que también se han integrado al país, lo que sí ha resultado totalmente negativo, es el tercer grupo de migrantes que lo conforman delincuentes que han ingresado ilegalmente por la frontera norte. Este tercer grupo es el más dañino y perjudica la imagen de los dos grupos primeros.

Es pues el momento que el gobierno revise la política migratoria, y expulse de inmediato a quienes tengan que hacerlo antes que la población de los lugares afectados empiece a hacer justicia por mano propia, incluso estos sujetos son los principales promotores de todo tipo de violencia que se ven en las calles. Uno de los casos más sonados fue el de aquel chofer venezolano irresponsable que después de atropellar huyó espectacularmente por varias calles antes de ser detenido; lo irónico del caso es que la jueza inicialmente determinó su liberación, sabe Dios si lo habrán nuevamente capturado.

El país no puede estar sometido a la zozobra generada por una suerte de inadaptados que de modo expreso han ingresado al Perú, porque hay que reconocer que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, advirtió que se abrieron las cárceles de Venezuela para que dichos sujetos vinieran al Perú. Si ese mensaje no se entendió, queda demostrado que, en nuestro país, la inteligencia estratégica hace rato que desapareció. El gobierno no puede ignorar que la xenofobia es el sentimiento exacerbado de protección a la nación, frente a los grupos que la amenazan.

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